Orihuela es uno de esos destinos que te roba el corazón sin darte cuenta, todo gracias a su historia medieval en el centro y sus playas de postal en la costa. Y si envolvemos todo con el clima de la Costa del Sol… tus vacaciones serán la envidia de todos. Se trata de un sitio ideal para desconectar, para la gente más estresada y para buscar aventuras ideales para los que no se quieren perder nada. ¡Sigue leyendo!
Qué ver en Orihuela: monumentos, museos y lugares que sorprenden
En Orihuela existen planes y ofertas culturales para todos los gustos. Aquí te dejamos los lugares que, a nuestro juicio, no te puedes perder bajo ningún concepto:
Catedral del Salvador y Santa María
La Catedral de Orihuela es como la abuela sabia de la ciudad que se mantiene imponente por fuera y está llena de tesoros por dentro. Fue construida sobre restos visigodos y árabes, mezcla gótico, renacentista y barroco en un batiburrillo que te deja boquiabierto.
No te puedes perder su museo catedralicio, con pinturas de Velázquez y Ribera, y la torre con un reloj del siglo XIV que parece sacado de una peli de piratas. Sube si te atreves, pero cuidado con las escaleras, que no son para valientes con vértigo.

Palacio Episcopal y Museo Diocesano de Arte Sacro
Este palacio es un oasis de calma en el bullicio del centro, con claustros barrocos y una colección de arte sacro que te transporta al Renacimiento. Alberga obras de Salzillo y Vergara, perfectas para un rato de cultura sin aglomeraciones.
Monasterio de Orihuela, castillo y murallas medievales
El Monasterio de San Miguel de Orihuela es uno de esos lugares que sorprenden tanto por su historia como por su ubicación privilegiada. Situado en lo alto del monte San Miguel, comparte protagonismo con el Castillo de Orihuela y las antiguas murallas medievales que rodean la zona. Desde aquí se obtienen vistas espectaculares de las murallas árabes, las torres almohades y el antiguo aljibe, que parece sacado de una leyenda.

La subida a pie hasta el monasterio y el castillo es un pequeño reto físico, pero merece totalmente la pena: las panorámicas del río Segura y la huerta oriolana hacen que el esfuerzo se olvide en cuanto llegas arriba. Eso sí, no olvides llevar calzado cómodo para disfrutar del recorrido y del entorno sin prisas.
Otros rincones sorpresa: Iglesia de Santiago y Palacio Rubalcava
La Iglesia de Santiago Apóstol presume de una torre gótica y pinturas del siglo XVII que te dejan pegado al suelo. Cerca, se encuentra el Palacio Rubalcava que data del siglo XIX con jardines, cerámicas de Manises y una escalera de mármol que grita elegancia. Ambas son paradas rápidas pero impactantes, ideales para una ruta peatonal sin agotarte.
Recorriendo el centro histórico: pasado, arte y arquitectura
El centro histórico de Orihuela es un laberinto de callejuelas empedradas que te lleva del medievo al barroco sin darte cuenta.
Podrás pasear por la Plaza de la Constitución con palmeras centenarias y edificios como el Ayuntamiento, donde sentirás el pulso de una ciudad que fue capital del Reino de Valencia. La arquitectura salta a la vista con sus portadas góticas, escudos nobiliarios y conventos como el de Santo Domingo.
Sus calles son una historia viva con toques árabes en las torres y renacentistas en los palacios, perfecto para quienes prefieren formar parte de las historias.

Orihuela Costa: playas, calas y días de sol asegurado
Orihuela Costa es el contrapunto playero a la historia del centro. que cuenta con 16 km de litoral con playas de arena fina y calas rocosas que parecen escondidas solo para que tú las encuentres.
Destacan la Cala Capitán, con aguas cristalinas ideales para snorkel, y la Playa de Mil Palmeras, con ambiente familiar y chiringuitos donde el sol brilla casi todo el año. Aunque no es la Costa del Sol, su clima mediterráneo te asegura días de relax incluso en invierno.
Podrás combinar una mañana en la playa de Campoamor con su faro y calas vírgenes junto con una tarde explorando los acantilados, para que tu plan perfecto sea desconectar entre la arena, el mar y atardeceres que pintan el cielo de naranja.

Cómo llegar a Orihuela y moverse por la zona fácilmente
Llegar a Orihuela es pan comido. Puedes ir desde Alicante cogiendo la AP-7, por la que tardarás unos 40 minutos, o también puedes coger el tren regional desde la estación de Alicante, que aunque es una hora de trayecto evitarás los posibles atascos.
En caso de que vengas de Madrid o Valencia, tienes la opción de coger el AVE a Alicante y luego un bus dirección a la playa.
Una vez en la playa, las carreteras al centro son buenas y es un trayecto de 20 minutos. Existen buses locales que conectan todo, pero si quieres contar con mayor libertad puedes alquilar un coche. Además dispones de parkings gratuitos cerca de las calas para una mayor comodidad.
Consejos prácticos para disfrutar Orihuela al máximo
Para sacarle el mayor partido a Orihuela, te aconsejamos que vayas en primavera u otoño, ya que hace menos calor y hay más ambiente local.
Lleva zapatos cómodos para el centro de la ciudad porque sino las piedras van a ser tu peor enemigo, y no puedes olvidarte de la crema solar, porque el sol no perdona en ninguna estación del año.
Prueba la gastronomía de la zona con su arroz al horno en el centro o paella en la playa. En el caso de que viajes con niños, no te preocupes porque hay actividades para todas las edades, incluso si vas a ver un museo o quieres unirte a una visita guiada gratuita en fin de semana.
Te recordamos que es importante que respetes el patrimonio y no toques ninguna ruina ni dejes basura en las calas, porque todo el mundo tiene derecho a poder disfrutar de este tesoro compartido.
¿Te animas a visitar Orihuela? Historia y playa te esperan
Orihuela es un lugar lleno de sorpresa, un día estás admirando catedrales góticas y al siguiente chapoteando en calas turquesas, todo a un tiro de piedra. Con los apartamentos de Zapholiday como base, tienes la excusa perfecta para un viaje mixto con cultura por la mañana, relax playero por la tarde. Es historia con sol, arte con brisa marina, así que coge el coche, reserva tu alojamiento y lánzate. Orihuela te espera con los brazos abiertos y sin prisas.
